Como mencioné en mi post anterior, creé una cuenta de Instagram con un perfil profesional. No es simplemente para compartir fotos, sino para funcionar como un laboratorio personal donde aplico los conocimientos que he estado adquiriendo en varias áreas: desde la inversión en criptomonedas y la bolsa tradicional, hasta el emprendimiento en general, las redes sociales y la inteligencia artificial.
Este proyecto es, en esencia, mi "experimento
digital". Es el espacio donde pongo en práctica la teoría, donde aplico
los principios que he aprendido de mentores como Titto Gálvez, enfocándome en
un reto constante: mantener la mente trabajando, aprendiendo y mejorando un
poco cada día. La idea es simple: acción masiva imperfecta. No se trata
de esperar a ser perfecto para empezar, sino de comenzar, repetir el proceso y
mejorar con cada paso.
Mi primer post en Instagram, siguiendo la tradición del
mundo de la informática, fue un simple "¡Hola Mundo!". Para darle un
toque especial, lo creé con la ayuda de la inteligencia artificial de Gemini.
Pero el verdadero desafío llegó con mi segundo post, donde decidí exponer un
tema mucho más complejo: el perdón.
El desafío de comunicar una idea compleja
Actualmente, estoy viviendo una situación personal que me
expone a la dinámica del perdón y el arrepentiemiento. Aunque tengo mis
razones, mi verdadero interés es usar esta experiencia como un caso de estudio
para enseñar sobre el perdón.
He reflexionado mucho sobre el tema y mi intelecto me dice que el perdón no depende de la otra persona. No es algo que se "otorga" porque alguien lo "merece". Es una decisión personal y profunda que tomas para liberarte a ti mismo. Una frase que encontré y adapté lo resume perfectamente: "El perdón no libera al otro, libera tu propio ser; soltar la ofensa es soltar el lastre que no deja que te eleves."
Mi pregunta, y el núcleo de mi experimento, es: ¿Cómo
presento una idea tan compleja y personal en una plataforma tan
"breve" como Instagram? ¿Basta con un texto simple, una imagen, un
carrusel, un reel o una historia? La respuesta, según mi filosofía, es simple:
necesito probarlo todo.
Probar, aprender, y seguir adelante
Aunque todavía no tengo un conocimiento absoluto de lo que
es el perdón, sé que es una decisión emocional significativa. También creo que
el arrepentimiento del ofensor no es un requisito para que la víctima perdone.
El perdón es un acto que nace de la propia voluntad, y puede darse incluso
cuando la otra persona no encuentra razones para arrepentirse.
Así que, el experimento ha comenzado. Mi desafío es doble:
lograr comunicar de manera efectiva lo que quiero decir mientras aprendo a usar
la herramienta que tengo a mano. ¿Será suficiente Instagram? ¿Podré conectar
con la audiencia?
Los resultados de este viaje se verán reflejados en mi cuenta de Instagram, donde documentaré tanto los aciertos como los errores. Porque al final del día, el aprendizaje real solo ocurre cuando pasamos de la teoría a la acción masiva imperfecta.
Este es solo el principio. Habrá errores, dudas y muchas preguntas en el camino. Pero eso es precisamente lo que hace a este experimento tan real. Y estoy listo para vivirlo, y para compartirlo.


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