Estoy transitando por la semana tres de mi meta de cambio masivo a 90 días... en lo que se refiere a los ejercicios y alimentación, considero que estoy bastante bien, ya que mi cuerpo me está pidiendo las sesiones de ejercicios, cosa que anteriormente en realidad no pasaba.
Lo interesante que tengo ahora para comentar es que esta semana comencé también un curso bíblico que encontré en Internet, muy bueno y apasionado, que me ayuda con el otro pilar que había mencionado que también quería cambiar, y es en el aspecto social/espiritual... como herramienta base de transformación, está bien interesante, ya que estimula mi pensamiento de formas diversas al evaluar los diferentes conceptos que sustentan la "vida espiritual".
Por lo pronto, he llegado a la siguiente conclusión, que deseo poner por escrito porque forma parte de mi crecimiento personal y que no necesariamente está alineado con el pensamiento de mis lectores...
Cuando tomamos una decisión, basados en nuestro "libre albedrío", indistintamente obtendremos un resultado como consecuencia de ello. Sin embargo, si la decisión es sometida al "filtrado" de las enseñanzas y sugerencias presentadas en la Biblia, podremos discriminar lo "correcto" de lo "incorrecto", y lo pongo entre comillas, porque entiendo que las calificaciones dependen de la referencia que se utilice, y estoy diciendo que la referencia en este caso es la valoración ofrecida en la Biblia. De esta manera, al utilizar la Biblia como un manual de referencia en la toma de decisiones, podemos mejorar nuestra asertividad.
Como dice el dicho: "Cuando el alumno está listo, aparece el maestro" ... en eso me encuentro ahora.
El pilar económico, me falta ejecutarlo con mayor contundencia, pero está en desarrollo.
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