El Gobierno Bolivariano de Venezuela está forzando la barra e insiste en que nosotros los ciudadanos usemos el Petro a juro. En tal sentido está buscando productos y servicios que sean comercializados en dicha moneda.
Desde mi punto de vista, la realidad es que estamos en puertas de una nueva moneda fiduciaria venezolana distinta del Bolívar, que en principio no pretender existir en el campo físico sino netamente digital con la tecnología del blockchain.
Esta moneda se plantea que tenga un poder adquisitivo mayor a nuestro Bolívar y pretende mantener un valor más sólido al quedar anclado a distintos productos valiosos que tenemos en Venezuela como lo son el petróleo, el diamante, entre otros.
¿Esto es bueno para los venezolanos? De entrada y sin analizarlo en profundidad considero que si. No obstante, aunque la idea sea buena, los actores políticos actuales han demostrado en repetidas ocasiones que no son capaces de ejecutar efectiva y eficientemente las ideas progresistas que han visto nacer en su seno.
Desde mi punto de vista, forzar el uso del Petro y su implementación es una forma de dolarizar nuestra economía o llevarla a niveles internacionales. Pero esto.debe pasar por una transformación más compleja. Habría que estudiar la historia de otros países que han pasado por este tipo de transición para tener una idea del proceso.
En nuestro país hace falta una inundación de tecnología de gran expansión y profundidad, para que permee a cualquier nivel.
La adopción tecnológica nunca ha sido un problema para los venezolanos, ávidos siempre de ella para su consumo.
La realidad es que Venezuela está necesitando una forma de pago en la que el papel moneada no sea necesario, debido al ataque incisivo y permanente a la moneda.
Hay que quitarse la careta y decir las cosas como realmente son.
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